Israel Elizondo
Crítica del arte 1
6 de diciembre de 2012
Purgatory de Chor Boogie
Durante años se han creado piezas de arte con
aerosol, pero a diferencia de los demás (Chor Boogie) sabe muy bien la
importancia de lo que crea.
También sabe que sus piezas traen consigo un peso.
Su trabajo se inclina más hacia la galería que hacia la calle, pero el artista jamás
se inclina a pintar en un solo lugar o superficie sobre otra.
Es claro que maneja una amplia gama de
colores y que su paleta no se acorta ni se simplifica por la dureza del tema.
En su obra “Purgatory” que ejemplifica un tanto al grito de Edward Munch viaja
entre el tiempo nostálgico de la psicología surrealista de Freud y el camino a
la locura que ve fijamente al rostro.
Es la utilización del aerosol como medio de
expresión, es un grafiti de alto nivel. Sin duda vacila con los espacios y más
que dictarle el muro que va a pintar, le ofrece una serie de elementos
originales por medio de ángulos y superficies con diferentes texturas que sabe
aprovechar al máximo.
Mediante un rompecabezas de ángulos
geométricos que se añaden al baile de la curvilínea, se integra la figura
humana que oscila entre lo espiritual y lo terrenal, no nos evoca lo que los
grabados de Goya, ni se ve frente a frente con el trabajo de Heronimos Bosch,
aquí la forma y la figura nos da a entender que su visión sobre el descanso
entre la vida y la muerte es mas similar al relato de Dante.
Sin
duda existe una explosión de colores que el artista acomoda de manera aleatoria
pero con un fin. También le da brillo a la pieza para acentuar algunas áreas, y
lo consigue volteando la lata de aerosol de cabeza y así esta pierde un poco la
presión y hace que salga la pintura como un hilo delgado que va dejando suaves
destellos al estilo de un aerógrafo con expresión de puntillismo.
Abiertamente Chor Boogie nos deja claro que
para el, su pintura no solo es innovadora sino que “las palabras son una
perdida de tiempo”
De manera coherente aplica Chor lo que el
llama terapia del color, que ha ido
descubriendo poco a poco y lo ha podido utilizar yendo de menos a mas. A
inicios del año 2000 empezó creando pequeñas piezas que le tomaban entre tres y
cuatro horas para completar. No contento con el tamaño de su trabajo fue
añadiendo línea, punto y geometría que harían crecer en presencia y vigor a sus
piezas. Esta técnica llego a el por medio del artista angelino y practicante de
grafiti, Vox quien también es muy geométrico en su tipografía y diseño.
Hailey aprende pintando y practicando hasta
llegar al dominio de la técnica.
Se sumerge por completo en la pintura y
durante el 2004 o 2005 toma un pequeño espacio en el centro de San Diego
California, debajo de un edificio bancario y lo convierte en su estudio. Allí
trabaja en pieza tras pieza y muy en el
fondo se puede ver una puerta que se encontró en la calle y la trabajo hasta
dejar plasmada la imagen de Rembrandt. Aun se mira un tanto sucio su trabajo,
pero sin duda ya empieza a mostrar otro nivel.
Gracias a un cambio domiciliario hoy Chor le
llama casa a la ciudad de San Francisco y es aquí donde empieza a crecer su
fama. Pinta de manera voraz y el color se ha vuelto su aliado y la medicina
perfecta en esta terapia que práctica. Bajo su genial manejo de una acción que
se piensa sucia y vandálica, el crea un contacto entre su publico y su pieza
que logra mediante lo enigmático, lo simbólico y lo penetrante que son las
combinaciones de lo figurativo y el toque abstracto.
Chor trae consigo un peso enorme en cuanto a
curriculum, por mencionar algunas cosas que lo hacen único en la comunidad
artista del aerosol, piezas como la que creo para el afamado Hugh Heffner quien
es dueño de la revista playboy. También fue invitado a pintar un enorme mural
en la gran apertura de las olimpiadas de Beijing en China, Después de un
descanso trabajo el siguiente año con el maestro Maxx Mosses (Pose2) en una
intervención colectiva para Mtv en Dubai. Y para finalizar otra obra que tuvo
mucho impacto fue su intervención sobre un trozo del muro de Berlín en
Alemania, hace un par de años.
Boogie tiene el tiempo, la fuerza y la
energía para crear e innovar en cada pieza que crea. Aun recuerdo una de sus
frases que hizo durante un mural que estuvimos pintando para una exposición en
la ciudad de México D.F, Chor dijo “quiero pintar algo tan bueno que los hará
pensarla dos veces antes de borrarlo”
Siendo así, este artista ha ido creciendo en
sabiduría pictórica, en la utilización del movimiento figurativo en le que
narra historias complejas de un trance entre las gamas de color y las formas.
Sus piezas oscilan entre la realidad y la ficción sin necesariamente ser
surrealista.
Todo lo que se ha mencionado sobre el trabajo
de Jasón suena increíblemente halagador
y es así por que sus piezas lo merecen Jamás
podría decir que el crea piezas huecas o que les falte corazón. El arte de Jasón
tiene simbolismo, tiene una desmesurada utilización del pigmento y gracias a
ello me di a la tarea de revisar no solo el halago sino el punto de vista
opuesto y lo encontré en su propia página de internet.
Aquí es donde yo pondría a Chor Boogie en
tela de juicio o en otras palabras en el purgatorio de su autoevaluación .Su
mención sobre lo que para el significa el color, el diseño, la visión y el
simbolismo de sus piezas lo pone para mi en el púlpito y lo que predica cae en
lo ridículo, en lo soñado y en lo forzado que puede ser para un pintor,
explicar su propio trabajo sin querer ser su propia porra. Se me figura a ese
cronista de la radio que le gusta escucharse decir cosas por muy banales que
sean porque sabe que tiene una buena voz. A su pieza
Purgatory la pongo en un pedestal, pero cuando leo lo que Chor escribe sobre su
obra, me doy cuenta de la necesidad de no dejar las cosas en el limbo y cuan
importante es el rol del crítico ante el arte.
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